Tener maquinaria funcionando al 100 % es vital para que tu operación no se detenga, especialmente si trabajas en rubros como la construcción, la minería, la agroindustria o la logística. Pero lo cierto es que muchas veces la mantención preventiva pasa a segundo plano porque simplemente no hay caja disponible para enfrentarla. ¿Te suena familiar? No eres al único al que le pasa.
En este artículo vamos a hablarte de cómo organizar tus finanzas para que puedas tener caja para pagar mantención de maquinarias.
Antes de ver el “cómo”, repasemos el “por qué”. Mantener tus maquinarias en buen estado no solo te ahorra grandes costos a largo plazo, sino que:
En otras palabras, si postergas estas mantenciones por falta de caja, podrías terminar pagando mucho más después. Y lo peor: en el peor momento posible.
Tener caja no es otra cosa que contar con liquidez disponible, es decir, dinero en efectivo o en cuentas corrientes, que puedes usar de forma inmediata para estos gastos inevitables (y muchas veces impredecibles).
No es lo mismo que tener ganancias o estar “facturando bien”. Puedes tener utilidades en papel, pero estar con la caja seca.
Y eso te pone en aprietos cuando llega la hora de pagar una mantención correctiva, un repuesto o un servicio técnico urgente.
Entonces, ¿cómo te aseguras de tener siempre una base sólida de caja destinada a la mantención? Vamos paso a paso.
Aquí está el primer secreto: no veas la mantención como un gasto extraordinario. Es parte natural del ciclo de vida de cualquier máquina.
Lo recomendable es que definas un porcentaje fijo del presupuesto mensual o trimestral que irá destinado exclusivamente a este fin.
No hay una cifra única, pero en general, los expertos sugieren entre un 3 % y 10 % del valor de la maquinaria por año.
Si tus equipos trabajan en condiciones exigentes o si son más antiguos, ese número puede subir.
Por ejemplo, si una maquinaria cuesta $80 millones, podrías destinar al menos $6 millones al año (unos $500.000 mensuales) para su mantención preventiva.
La clave está en anticiparte. Si reservas mes a mes, no sentirás el golpe cuando llegue la factura del taller o del técnico.
Una estrategia sencilla pero poderosa es tener una cuenta bancaria exclusiva para este objetivo. De esa forma, evitas mezclar fondos y puedes monitorear de manera clara cuánto tienes disponible.
Si transfieres manualmente cada mes, es fácil que “se te olvide” o que priorices otras urgencias.
Mejor automatiza una transferencia fija desde tu cuenta principal a esta cuenta de mantención. Así lo conviertes en un hábito financiero y no en una decisión emocional.
No es raro que muchos emprendedores y dueños de empresas pequeñas proyecten con demasiado optimismo. “Con este nuevo contrato, seguro que entra caja”, te dices. Pero ¿qué pasa si ese pago se retrasa 30 días?
Incorpora en tu flujo mensual todos los gastos fijos, incluidos los de mantención, y suma un 10 % de colchón para imprevistos.
Así, si un cliente se atrasa o una máquina falla antes de lo previsto, tendrás con qué cubrirlo sin entrar en pánico ni endeudarte.
En Chile existen algunos instrumentos que pueden ayudarte a costear parte de la mantención o incluso a renovar maquinaria cuando los costos de reparación ya no hacen sentido.
Aquí van dos ejemplos que podrías revisar:
SERCOTEC ofrece fondos para la digitalización, mejora de procesos y mantenimiento de activos productivos. Algunos fondos como el “Crece” permiten financiar hasta un porcentaje de los costos de reparación o mejora de maquinarias.
CORFO, por su parte, tiene líneas que apoyan a empresas con proyectos de renovación o mejora tecnológica.
Tener caja no siempre significa tener toda la plata disponible hoy. También puedes apoyarte en herramientas financieras que te permitan pagar a plazos y no descapitalizarte de golpe.
Si tu caja no alcanza para cubrir una mantención urgente, no significa que estés sin salida.
Hoy en Chile puedes acceder a herramientas financieras tanto en la banca tradicional como en fintechs especializadas en pymes.
Líneas de crédito rotativas: Algunas entidades financieras, incluidos bancos y plataformas como Maxxa, ofrecen líneas de crédito que puedes usar para pagar servicios de mantención técnica. En ciertos casos, si pagas dentro del mes, no se generan intereses, lo que te permite manejar imprevistos sin afectar tu liquidez.
Leasing operativo: Esta modalidad te permite arrendar maquinaria incluyendo el mantenimiento dentro del contrato.
Factoring: Si tienes facturas por cobrar, puedes anticipar esos pagos mediante factoring.
Estas herramientas son útiles si se usan de forma estratégica. No se trata de endeudarte por costumbre, sino de tener un respaldo que te permita mantener tu operación sin detenerse, incluso cuando la caja propia no alcanza.
No puedes controlar lo que no registras. Hoy en día existen softwares de mantenimiento y plataformas de gestión de activos que te permiten:
Incluso con una simple hoja de cálculo puedes empezar. Lo importante es que tengas visibilidad sobre cuánto estás gastando y si estás cumpliendo tu calendario de mantenimiento.
A veces, no necesitas un técnico para todo. Un operario capacitado puede hacer inspecciones visuales, lubricar partes móviles, revisar niveles de aceite o detectar ruidos extraños.
Eso te ahorra plata, anticipa fallas y te ayuda a extender los ciclos de mantenimiento correctivo.
Un buen hábito es incorporar una lista de chequeo para el inicio y cierre de jornada. Puede ser algo tan simple como revisar presión de neumáticos, fugas de aceite o temperatura del motor.
Pequeños detalles que, si se ignoran, se convierten en grandes problemas (y grandes cuentas).
¿Tuviste un buen mes? ¿Ganaste más de lo esperado en un proyecto? ¡Excelente! Pero en lugar de gastar todo en nuevas inversiones o distribuir utilidades, considera reinvertir un porcentaje en tu fondo de mantención.
Esto crea una base de respaldo que te da tranquilidad. La idea no es solo mantener tus máquinas funcionando, sino también mantener tu negocio saludable a largo plazo.
No se trata solo de tener “suerte” o de esperar que tus máquinas duren sin problemas. Tener caja para cubrir sus mantenciones es una decisión financiera clave que impacta directamente en la continuidad operativa de tu empresa.
Si implementas las estrategias que viste aquí —presupuesto separado, automatización de transferencias, control digital, capacitación del equipo y respaldo financiero— estarás mejor preparado para enfrentar cualquier imprevisto.
Y lo mejor: tu maquinaria te dará más años de servicio y menos sorpresas en el camino.
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