Si tienes un emprendimiento en Chile, seguro ya te habrás topado con siglas que suenan a otro idioma: IVA, RUT y normas IFRS. Tal vez la escuchaste en una reunión con tu contador pero no terminaste de entender qué es ni por qué debería importarte.
Las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS, por sus siglas en inglés) son, en pocas palabras, el idioma universal de la contabilidad.
Están pensadas para que los estados financieros de una empresa, sea una pyme o una multinacional, sean claros, comparables y transparentes en cualquier parte del mundo.
Las pymes son más del 98 % de las empresas y representan más del 65 % del empleo formal del país, lo cual les da un rol protagónico en el tejido económico chileno.
La adopción de IFRS puede traducirse en ventajas competitivas: mejor acceso a crédito, comprensión clara de resultados internos por parte de los dueños, y una referencia confiable para atraer inversionistas o expandirse internacionalmente.
Las IFRS (International Financial Reporting Standards) son un conjunto de normas contables internacionales que establecen cómo reconocer, medir, presentar e informar los elementos financieros de una empresa (activos, pasivos, ingresos, gastos) de forma estandarizada.
¿Por qué nacieron? Porque, en un mundo cada vez más global, los inversionistas, bancos y socios quieren comparar empresas de distinto país sin tener que descifrar distintas normativas. Con las IFRS, la información financiera se vuelve transparente, comparable y consistente.
En Chile antes se utilizaba el sistema de Principios Contables Generalmente Aceptados (PCGA) junto con normativas locales. Con la adopción de las IFRS se busca esa convergencia hacia prácticas más internacionales.
En resumen: si quieres que tu emprendimiento no solo “funcione localmente”, sino que también esté listo para crecer, captar financiamiento o abrirse al extranjero, entender las IFRS es un paso inteligente.
Desde hace más de una década, Chile ha sido pionero en Latinoamérica en la adopción de las IFRS, integrando gradualmente estos estándares al sistema contable nacional.
La transición comenzó en 2009 con las empresas reguladas por la entonces Superintendencia de Valores y Seguros (hoy Comisión para el Mercado Financiero, CMF), y con el tiempo se ha extendido a otros sectores económicos.
Actualmente, la normativa exige que todas las empresas que cotizan en la Bolsa, grandes corporaciones privadas, instituciones financieras y, desde enero de 2024, aquellas con ingresos superiores a 100.000 UF adopten las IFRS en la preparación de sus balances y reportes financieros.
Esto garantiza que la información sea transparente, comparable y útil para los distintos actores del mercado.
Además, muchas PYMES y empresas con proyección internacional optan voluntariamente por seguir este estándar para facilitar el acceso a créditos y mejorar su competitividad.
La principal razón es la transparencia. Al utilizar un lenguaje financiero común, las IFRS permiten que la información sea fácilmente contrastable a nivel internacional.
Esto es fundamental cuando se busca captar inversionistas extranjeros, acceder a nuevos mercados o cumplir con los requisitos de organismos financieros internacionales. Y para quienes buscan crédito, muchos bancos y entidades financieras chilenas ya solicitan informes bajo IFRS para evaluar solicitudes.
Cuando tus estados financieros están preparados bajo IFRS, los bancos, inversionistas y grandes clientes lo interpretan como una señal de profesionalismo. Es decir: no solo “muestras números”, sino que los muestras siguiendo un marco global reconocido. Eso genera confianza.
Si tu plan incluye exportar, buscar inversionistas extranjeros o asociarte con compañías fuera de Chile, este beneficio pesa. Los informes bajo IFRS permiten que se “lea” tu empresa de la misma forma que otras en el mundo, eliminando grandes barreras informativas.
Con números ordenados, aceptados y comparables, mejora tu acceso a crédito y a mejores condiciones. Siendo emprendedor, eso puede marcar diferencia cuando compites por un crédito o un contrato.
Más allá de “reportes hacia afuera”, adoptar IFRS impulsa que organices tus procesos, midas mejor tus activos, deudas y rentabilidad. Esa claridad te permite tomar decisiones más estratégicas: cuándo invertir, cuándo ahorrar, cuándo crecer.
Si quieres profundizar en cómo organizar la contabilidad y las finanzas de tu pyme antes de la adopción de IFRS, te recomendamos revisar el artículo sobre contabilidad y finanzas para pymes.
Claro, no todo es sencillo; la transición puede ser desafiante. Aquí algunos retos comunes:
👉 Consejo práctico: Este tipo de inversión no es un gasto, sino una apuesta a que tu empresa crezca mejor y más ordenada.
Si tu empresa está analizando migrar a IFRS considera los siguientes pasos:
En Maxxa, la plataforma de facturación, ventas y finanzas está pensada para que emprendedores como tú puedan ordenar sus números, automatizar procesos y generar los informes que muchas veces piden banco o inversionistas.
Implementar IFRS no tiene que ser un camino cuesta arriba. Actualmente, existen herramientas que simplifican todo el proceso, desde la emisión de documentos, control de inventarios, hasta la generación de reportes compatibles con IFRS.
Maxxa no solo automatiza tareas rutinarias, sino que facilita la integración de datos financieros.
Esto es especialmente relevante para pymes que desean modernizar su operación y cumplir con nuevas exigencias, sin perder agilidad ni tener que realizar una inversión excesiva.
Automatizar la generación de reportes, actualizar la información casi en tiempo real y asegurar el respaldo adecuado de todos los datos contables, son ventajas directas.
Las IFRS no son solo para contadores de empresas gigantes. Para un emprendedor chileno, adoptar (o prepararse) puede marcar una diferencia real en términos de credibilidad, financiamiento, crecimiento internacional y gestión interna.
Equiparte con un buen software, contar con asesoría adecuada y entender el proceso te pondrá un paso adelante.