La tabla de Impuesto Global Complementario tiene ocho tramos progresivos, partiendo con un tramo exento y llegando a una tasa marginal máxima de 40% sobre las rentas más altas. Para la mayoría de las personas, el punto clave es si su renta anual supera el mínimo exento (13,5 UTA) y cómo aplicar correctamente el factor y la rebaja que indica la tabla.
El Impuesto Global Complementario (IGC) es un tributo personal, anual y progresivo que grava las rentas de las personas naturales con domicilio o residencia en Chile.
Reúne en una sola base todas las rentas afectas que la persona obtuvo durante el año comercial (sueldo, honorarios, arriendos, intereses, utilidades de empresas, entre otras), y se determina en la Declaración de Renta del año siguiente.
La característica progresiva significa que a medida que aumenta tu renta neta anual, también lo hace la tasa de impuesto aplicable según la tabla oficial de tramos y tasas.
Si tu renta neta global no supera el mínimo exento, no pagas IGC, pero igual es recomendable revisar tu situación.
El IGC afecta a todas las personas naturales que tengan domicilio o residencia en Chile y cuya renta neta global anual supere el tramo exento definido cada año en la tabla.
Esto incluye trabajadores dependientes, independientes, socios de empresas, profesionales que emiten boletas de honorarios y quienes reciben rentas de capital o arriendos, entre otros.
En la práctica, si obtienes ingresos de distintas fuentes (sueldo, boletas, dividendos, etc.), todas esas rentas se suman para determinar si superas el mínimo de 13,5 UTA y, por tanto, quedas afecto al Impuesto Global Complementario.
Quienes solo perciben rentas muy bajas o exclusivamente ingresos exentos pueden quedar fuera de este impuesto, aunque igualmente deben revisar cada año sus obligaciones con el SII.
Para pymes e independientes, el IGC no es solo una cifra que aparece al final de la declaración anual:
La tabla de Impuesto Global Complementario es progresiva: a medida que aumenta tu renta imponible anual, sube la tasa de impuesto que se aplica al tramo que te corresponde.
Cada tramo se define entre un “desde” y un “hasta”, con un factor (tasa) y una cantidad a rebajar, lo que permite que el cálculo sea más exacto y evite saltos bruscos de impuesto entre niveles.
Esta escala se expresa en UTA (Unidad Tributaria Anual). Para el Año Tributario 2025, el SII mantiene ocho tramos que van desde el nivel exento hasta un tramo superior con tasa marginal de 40%, por lo que la planificación de tus ingresos y rebajas cobra bastante relevancia.
Los límites en UTA se mantienen, pero los montos en pesos de cada tramo se actualizan cada año según el valor de la Unidad Tributaria Anual (UTA). Puedes ver el valor de la UTA en la página del SII. Aquí tienes el enlace.
Esta tabla se aplica para la mayoría de contribuyentes (artículo 52 de la Ley sobre Impuesto a la Renta).
Renta neta anual: $12.000.000
Resultado: paga aproximadamente $29.367,84 de IGC.
Renta neta anual: $60.000.000
Resultado: paga aproximadamente $4.503.625,44 de IGC.
Renta neta anual: $120.000.000
Resultado: paga aproximadamente $22.539.366.72 de IGC.
Nota: Estos ejemplos son ilustrativos y no reemplazan un cálculo tributario profesional.
Uno de los errores más comunes entre pymes y trabajadores independientes es mirar el Impuesto Global Complementario recién cuando llega la Operación Renta. Entender con anticipación en qué tramo podrías caer te permite hacer algo clave: planificar.
Cuando proyectas tu renta anual, aunque sea de forma estimada, puedes anticipar cuánto impuesto podrías pagar y ajustar tus decisiones con tiempo.
Esto impacta directamente en tu flujo de caja, en la forma en que retiras utilidades, en si conviene postergar o adelantar ingresos, e incluso en decisiones de inversión.
Los pagos provisionales voluntarios (PPV) son una herramienta poco utilizada, pero muy útil. Básicamente, te permiten adelantar parte del impuesto durante el año, en lugar de enfrentarte a un monto alto de una sola vez entre abril y junio.
Para muchos independientes y pymes, este mecanismo ayuda a suavizar el impacto financiero de la Operación Renta. En vez de tener que buscar liquidez de último minuto, el impuesto ya está parcialmente cubierto. Además, puede facilitar una mejor organización contable y evitar atrasos o intereses por pagos fuera de plazo.
No es obligatorio, pero sí una opción inteligente cuando sabes que tu renta anual será más alta que en años anteriores.
Otro punto crítico es ordenar correctamente tus ingresos. El Impuesto Global Complementario se calcula sobre la suma de todas tus rentas afectas, sin importar su origen. Honorarios, arriendos, actividades comerciales, servicios profesionales o ingresos esporádicos: todo suma.
Una mala clasificación puede llevar a errores en la declaración, diferencias con el SII o incluso a pagar más impuesto del que corresponde.
Mantener tus ingresos bien registrados y separados por tipo no solo facilita la declaración anual, sino que también te permite entender mejor tu situación tributaria real durante el año.
Tener visibilidad clara de tus finanzas es mucho más fácil cuando trabajas con herramientas como el Software de Facturación, Ventas y Finanzas de Maxxa, ya que no solo reduce errores, sino que también entrega mayor tranquilidad durante todo el año.
El Impuesto Global Complementario se paga una vez al año, al presentar la Declaración de Renta (Formulario 22), proceso que normalmente se realiza entre abril y junio del año siguiente al periodo tributario.
Planificar este pago es conveniente para cumplir con tus obligaciones tributarias sin desordenar tus finanzas.
Si quieres apoyo para proyectar tus impuestos o mejorar tu planificación tributaria, herramientas como las que ofrece Maxxa pueden ayudarte a tener mayor claridad y control sobre tus obligaciones fiscales.